Columna de Opinión

Carol Chehab, directora oficina Ecuador

El año 2021 es una conjugación de pérdidas forzadas debido a las lamentables muertes por el COVID-19 y la crisis económica y social causada por esta pandemia. Pero también ha sido una etapa de esperanzas y nuevas perspectivas de reactivación para los territorios rurales. La oficina de Rimisp en Ecuador ha aportado con un granito de arena para evidenciar los impactos de la pandemia, pero también ha puesto sus esfuerzos en construir propuestas de política dirigidas al desarrollo sostenible de los territorios, siempre partiendo de un diálogo con los actores rurales.

Los resultados de una encuesta realizada, a propósito de la pandemia, en el marco del Proyecto Siembra Desarrollo. Pequeña agricultura y alimentación resilientes al COVID-19 financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), reveló una importante pérdida de ingresos en las áreas rurales de las provincias de Guayas y Los Ríos, sobre todo en aquellos hogares con jefatura femenina.  Así mismo se observó un impacto en la seguridad alimentaria, con cambios en la dieta, al evidenciar  la disminución del consumo en la cantidad de proteínas, frutas y verduras frescas.

Esta encuesta concluye que los pobres son más pobres y que los apoyos recibidos fueron bastante escasos por parte del gobierno. Se evidencia, más bien, un capital social fortalecido, a través del apoyo solidario de la comunidad y de las organizaciones productivas, contribuyendo a enfrentar los problemas generados por la pandemia.

No todas son malas noticias. Un estudio realizado por nuestra oficina en Ecuador, en conjunto con el Municipio de Quito en las zonas rurales del Distrito Metropolitano de nuestra capital,  demuestra que, frente a situaciones adversas, existen nuevas iniciativas. Los jóvenes que trabajaban en las áreas urbanas regresaron a las tierras de donde son originarios, articulándose en la cadena productiva, en base de esquemas de innovación en la dotación de servicios y en la comercialización de la producción agropecuaria que complementa el eslabón de producción de sus padres. Se evidencian nuevas propuestas de comercialización alternativas como: el trueque entre zonas de producción diversa, ventas directas al consumidor en las ciudades intermedias y en la capital, ventas por internet, promociones a través de medios digitales, desarrollo de negocios sostenibles, dotación de servicios turísticos dado el incremento del turismo interno, entre otros.

Todas estas experiencias dan pie para que, a través del Grupo de Diálogo Rural (GDR-Ecuador), que ha sido apoyado por la Asociación de la Industria de Protección de Cultivos y Salud Animal (APCSA) en el último año, se puedan trasmitir las lecciones aprendidas a los distintos actores territoriales. Además, en el Grupo se facilitan diálogos entre especialistas sobre temáticas inherentes al sector agropecuario y rural y que están relacionados con las políticas públicas que se pretende implementar: financiamiento alternativo para los productores, asistencia técnica digital, cooperativismo como opción para estructurar la organización con enfoque empresarial, impactos de la apertura comercial, entre otras.

Bajo el Proyecto Siembra Desarrollo se ha estructurado el Grupo de Diálogo Rural Territorial, donde intervienen actores de los dos territorios donde se está trabajando (Guayas y Los Ríos). Se han realizado diagnósticos participativos para identificar la principal problemática de la producción agropecuaria en dichas zonas, evaluando las oportunidades y amenazas de las cadenas de maíz, arroz, cacao y otras, que son parte de la agricultura familiar.

Los resultados de los diagnósticos han permitido construir en conjunto con los actores una propuesta de incidencia bajo dos lógicas: la mejora competitiva para acceder al mercado nacional e internacional y fomentar una producción más sostenible, que contemple los tres indicadores importantes de impacto: económico, social y ambiental.

Para el 2022, con el apoyo del IDRC en el Proyecto Siembra Desarrollo, para las cadenas de maíz y arroz con concentración de pequeños productores, con niveles de productividad relativamente más bajos que otros países, y sin programas de apoyo gubernamental, se plantea la realización de estudios respecto de mejoras productivas bajo desarrollo de nuevas tecnologías; la diversificación de cultivos con enfoque exportador, la implementación de procesos de innovación y valor agregado que genere diferenciación. Estos servirán de base para que las entidades gubernamentales locales y nacionales puedan poner en marchar programas y proyectos dirigidos a estos cultivos.

Para complementar lo anterior, se trabajarán en temas de asistencia técnica en conjunto con los productores de maíz, arroz, cacao y APCSA, el Cluster de Cacao, en implementar parcelas demostrativas con producción limpia, que se constituyan en aprendizaje e intercambio de experiencias entre los productores.  El trabajo conjunto con los actores generará sostenibilidad en los esquemas planteados, donde el tema de corresponsabilidad debe ser parte de los acuerdos que se establezcan.

Sobre la base de un nuevo convenio suscrito entre el Municipio de Quito y Rimisp, se van a apoyar alrededor de 20 emprendimientos de las zonas rurales del cantón Quito. Considerando un mapeo del patrimonio de biodiversidad de las parroquias rurales de la Ruta Escondida y otras, se pretende facilitar que dicho patrimonio se convierta en activos productivos bajo un enfoque sostenible e inclusivo.

La mejora productiva de café de pequeños productores con marca propia, la obtención de la denominación de origen para aguacate de la zona, la reactivación del turismo de observación de aves, la mejora de calidad en los productos con valor agregado de la producción de caña de azúcar,  entre otros, son algunos de los negocios a los que se busca darles sostenibilidad y generar una dinámica en el territorio que multiplique los negocios y mejore los ingresos de los productores rurales.

En base de las experiencias existentes en Brasil y otros países, Rimisp, a través de los gobiernos locales, está buscando impulsar los programas de alimentación escolar con productos frescos de la agricultura familiar campesina; mejorar la redistribución del ingreso, a través del desarrollo de los negocios inclusivos; promover nuevos esquemas de financiamiento productivo para facilitar el acceso al crédito, fortalecer los sistemas de educación técnica rural para que se conviertan en los asesores del campo, entre otros temas. Esto se busca lograrlo, a través de las alianzas estratégicas con organismos públicos y privados que actualmente están trabajando en el sector rural.

Rimisp tiene muchos retos en Ecuador, contribuir con la investigación en temas rurales, incidir en política pública y fortalecer las capacidades de los actores rurales. Seguiremos adelante siempre de la mano con aquellos actores que apoyen las mejoras de las condiciones de vida, la inclusión social y la igualdad de género en el campo.