El próximo 7 de agosto toma posesión el presidente electo de los colombianos Iván Duque, y frente a esta coyuntura, el Grupo de Diálogo Rural se reunió el pasado 25 de julio con el propósito de definir la estrategia de trabajo que permitirá generar recomendaciones al nuevo Gobierno para mejorar las oportunidades económicas de los jóvenes rurales.

En Colombia se estima que 2,6 millones de jóvenes entre los 14 y los 28 años habitan en las zonas rurales en 2015, es decir el 24.5% de la población total rural.  Debido a la dificultad para acceder a educación postsecundaria y a trabajos formales, se estima que cerca del 12% de los jóvenes rurales migra a los centros urbanos en busca de mejores oportunidades.

Estos datos, extraídos de la encuesta de Calidad de Vida –ECV- de 2015 hacen parte del diagnóstico sobre Juventud Rural elaborado por el Grupo de Diálogo Rural (GDR) en el cual se evidencia que el 42.3% de los jóvenes rurales migra a los centros urbanos en búsqueda de nuevas oportunidades laborales y el 18.3% mejores oportunidades educativas.

El diagnóstico destaca que la proporción de trabajo sin remuneración es menor para las jóvenes rurales que migran que para las que permanecen en la zona rural (6% vs. 27%) y los jóvenes que migran a la zona urbana tienen en promedio 9.2 años de educación, para los jóvenes que se quedan es de 7 años. El bajo logro educativo explica en buena medida la precaria inserción de los jóvenes rurales al mercado laboral.

Adicionalmente, los jóvenes rurales se enfrentan a un mercado laboral donde la baja productividad de las actividades rurales en las que se pueden insertar les representa bajos salarios.  En materia de salud sexual y reproductiva de las jóvenes rurales, el 27% de las jóvenes entre 20 y 24 años tuvieron su primera relación sexual antes de los 15 años, presentándose un aumento del 44% frente al porcentaje de jóvenes que lo reportaron en 2010.

Aunque las propuestas del presidente electo Iván Duque aún no detallan las estrategias dirigidas a este grupo poblacional, su apuesta más cercana está orientada a promover un desarrollo sostenible de las zonas rurales, y generar condiciones atractivas para que los jóvenes “se la jueguen por un futuro próspero en el campo con sus familias, en lugar de migrar a una vida incierta en las ciudades”.

Es por esta razón que el Grupo de Diálogo Rural considera como esta situación como una oportunidad para promover acciones transformadoras a una escala regional que genere aprendizajes replicables a una escala nacional. Para ello es necesario conocer con más detalle las particularidades, expectativas y especialmente las oportunidades de los jóvenes que habitan en una región particular del país en alianza con actores locales.

 “Es fundamental entender qué quieren los jóvenes: ¿Realmente se quieren quedar en la agricultura? ¿Cuál es su posición frente a los cultivos ilícitos? ¿Qué alternativas encuentran para su desarrollo? Es importante encontrar las respuestas a estas preguntas con los jóvenes rurales y trabajar de la mano con las universidades, los gremios y otros actores en el territorio”, puntualizó Ángela Penagos Secretaria Técnica del GDR y directora de Rimisp Colombia.

De esta manera, el GDR focaliza sus acciones en una región del país de acuerdo a las oportunidades que se presentan con el Gobierno Nacional entrante en esta materia.

 

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